La Mesa Roja programa periodístico de El Puente FM, entrevistó a Pedro Rodríguez integrante de la Coordinadora Popular y Solidaria de Ollas y Merenderos, para hablar sobre cómo sigue el trabajo de las Ollas sin los apoyos del gobierno, la implementación del Plan de Alimentación Territorial en los barrios y las últimas manifestaciones en las calles del colectivo.

El jueves 3 de agosto realizaron una manifestación en frente al Mides en reclamo por la falta de apoyo y las crisis que están viviendo en las ollas. ¿Cómo se generó esto y cómo les fue con la manifestación?

En realidad nosotros lo que hicimos fue proponer esta concentración frente al Ministerio de Desarrollo Social porque estamos viviendo problemas de todo tipo para alimentar a los vecinos y las vecinas que comen en nuestras ollas.

Obviamente el tema del agua ha sido esencial y fundamental, el gobierno no nos dió absolutamente nada, quien nos asistió con el agua fue la Intendencia de Montevideo y también con el tema de los insumos, desde octubre del año pasado se cortaron todos los insumos por parte del Mides.

Se implementó el PAT (Plan de Alimentación Territorial) con su sistema de viandas y en realidad no ha dado la respuesta que se supone que debería dar. Nosotros siempre apoyamos cualquier medida que el gobierno o que cualquier otro organismo implemente tratando de dar soluciones a los problemas reales de la gente. Pero evidentemente este asunto  no ha dado resultado esperado, primero que nada porque se tercerizó todo y se alejó de la gente.  

Lo que nosotros le pedimos siempre al Mides es que nos tengan en cuenta, nosotros queríamos estar ahí, queríamos ser parte del PAT para ayudar a que tenga éxito.

¿Y qué respuesta recibieron? 

Absolutamente ninguna. Hace unos días atrás, habíamos decidido en un plenario que si no teníamos respuesta del Mides a un pedido de reunión, íbamos a movilizarlos y fue lo que hicimos para hacer oír nuestra voz. Nos fuimos juntando con otras organizaciones para movilizarnos y también lo hicimos con UTMides (Unión de Trabajadoras y Trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social). 

¿Qué reciben de parte del gobierno las ollas populares hoy?

Nada. El suministro se cortó en octubre del año pasado y no hemos recibido más nada a excepción del verano, por la distribución realizada por parte del ejército pero en que muchas ollas y muchas iniciativas que estaban trabajando no quisieron que el ejército entraba a sus barrios.

Hay que entender que cuando hablamos de ollas populares estamos hablando de lugares de extrema vulnerabilidad, barrios que la policía llama zonas rojas, donde es muy dificultoso tener la posibilidad de poder hacer cosas sino es con gente que está allí adentro en esos barrios. 

Eso generó determinadas suspicacias en mucha gente que decidieron que de ninguna manera iban a permitir que el ejército les llevara las cosas a la puerta de la casa. Ahí hubo varias ollas que se bajaron y varias redes que también no aceptaron eso. 

También había bajado sustancialmente la cantidad de insumos que llegaban, era poquitísimo, realmente muy magro lo que llegaba. En algunos casos un kilo de azúcar para una red donde había más de 12 ollas, donde se entregaban más de 280 viandas por día y le daban un kilo de azúcar. Y así con todas las otras cosas, como las gallinas que se viralizaron en las redes sociales, también faltaban otros elementos básicos para cocinar como la verdura, las lentejas. Cuando estaba, el apoyo era magro y no cumplía con los requerimientos que habíamos estipulado para nuestra receta de alimentación para los vecinos. 


 ¿Con el ministro Martín Lema cómo está el vínculo en este momento? 

Nunca tuvimos vínculo alguno con Lema, nunca nos recibió, todo el trato siempre ha sido a través de la prensa. Él sale a hablar por Twitter, la comunicación de que se iba a cortar la llegada de insumos a las Ollas fue por Twitter. Cuando tuvo que comunicarse con nosotros lo hizo a través de conferencias de prensa o comunicados públicos, en los cuales informaba que era lo que iba a ir pasando.

En el verano pasaron varios spots publicitarios en la radio, la televisión, dónde decían que era lo que iba a pasar, pero con nosotros nunca se reunieron, nunca nos consultaron nada, nunca nos tuvieron en cuenta… es como que no existiéramos.

Nosotros tuvimos todo el 2020 solos, recién a fines de 2020 apareció la Intendencia de Montevideo y en principio el INDA, después desde abril de 2021 que se firmó el acuerdo con el Ministerio de Desarrollo, que empezaron a venir los insumos por parte del gobierno. 

Hasta ese momento nosotros estuvimos solos, sin embargo estuvimos realizando un gran trabajo y acumulando experiencia, acumulando organización, de parte de gente que no estaba acostumbrada a organizarse en grupos y a través de una coordinación. Nosotros pudimos lograr que la gente empezara a colectivizarse y a tener posibilidades de poder incidir. 

Hicimos todo un trabajo con el tema de la inseguridad alimentaria y cuando llegó el momento de tomar en cuenta todo ese trabajo acumulado de campo nos dejaron afuera. Como que nosotros no habíamos hecho nada, que no teníamos nada que ver ahí y en realidad tampoco el Mides se hizo responsable. El Mides se quedó ahí en el edificio y no salió a trabajar con la gente. Lo único que hizo fue contratar, tercerizar empresas de catering y de distribución, pero fue todo lo que hizo.

La inseguridad alimentaria en barrios como Punta de Rieles, Bella Italia, etc. está aumentando drásticamente, ¿En este caso la Intendencia está brindando algún tipo de apoyo, ya que el gobierno está ausente? 

La Intendencia es la que nos ha estado dando el agua y nos está llevando por lo menos determinados insumos a las ollas, también frutas y verduras a través de una iniciativa de reciclado de la UAM. No es suficiente ni mucho menos, nos quedamos muy cortos con eso, pero es una ayuda y siempre es bien recibida cualquier ayuda.

¿Tenés más o menos el número de las ollas que han cerrado desde que el gobierno dejó de brindar el apoyo en octubre? 

Sí, son bastantes. Nosotros andábamos en ese momento cerca de las 300 Ollas y hoy quizás andemos en cerca de las 180, así que es un número importante.  Entre el desgaste brutal que había y la falta de insumos para poder cocinar la gente se fue bajando, no había posibilidades, ni chance de que se pudiera mantener a lo largo del tiempo. 

¿Cómo viene al día de hoy el apoyo de otras organizaciones sociales, de sindicatos?

Eso siempre ha estado, desde el año 2020, desde el principio el Sunca, Fucvam, PIT-CNT, casi todos los sindicatos, AUTE que también hicieron ollas. Apoyándonos no solamente con la logística, sino también generando determinadas iniciativas para llevarle comida a la gente. 

El pueblo, los pequeños comercios, los almacenes, la gente en los barrios, las cooperativas, ese apoyo hasta el día de hoy se mantiene y es lo que está sosteniendo a las ollas. Esa solidaridad enorme, gigantesca del pueblo, de los propios uruguayos que están dando una gran mano porque saben que esas cosas que se donan van a parar a los más necesitados, a los más vulnerables con los que nosotros estamos en contacto permanente. La Coordinadora Popular y Solidaria es eso, es la propia gente en situación de vulnerabilidad que está ahí y que son los mismos que toman las decisiones y que deciden las cosas. 

Recordemos que el año pasado ustedes fueron objeto de acusaciones, de que se quedaban con los alimentos, que por eso también el Ministerio de alguna forma tercerizó a través de los militares el tema de la entrega de los alimentos. ¿En qué quedó eso? 

Lamentablemente eso fue la frutilla de la torta. En realidad cuando el gobierno sale de decir eso, no salió a hacer una denuncia como lo dicen, el gobierno nos  juzgó primero. Eso fue al juzgado y está todavía ahí, nunca más tuvimos noticias, eso fue fines de noviembre y nosotros pensamos que en diciembre ya iba a haber algo… nunca más hubo nada, estamos en agosto y todavía no hemos tenido ninguna novedad. Está en la justicia. 

El gobierno ya nos juzgó, pero en la justicia no pasó nada. Hasta el propio presidente salió a decir que si eso había pasado y era realmente así, era muy grave… entonces ya lo que queda no es si pasó o no pasó, lo que queda es lo que dice el presidente que dice que es muy grave, que es deshonesto y que está mal porque se juega con la vida y los insumos de los más vulnerables. 

Eso es una cuestión que tiene que ver con el mensaje que después queda grabado en la cabeza de la gente y es que nosotros somos los culpables. Cuando en realidad la justicia jamás nunca se expidió sobre esto, ni siquiera ha llamado a declarar a nadie de toda la gente que está en las Ollas Populares. No se investigaba absolutamente nada, pero el gobierno nos juzgó y nos culpó.

¿Qué valoración hacés de la última marcha y cuáles son las expectativas de acá al futuro? 

La concentración del jueves la consideramos muy buena teniendo en cuando las condiciones del momento. Es muy difícil para nosotros convocar y nos jugamos pero realmente la concurrencia fue bastante buena. Marchamos desde el Mides hacia la explanada de la Universidad, allí se hizo una concentración bastante grande también. Pudimos manifestarnos en la calle, que la gente nos escuche y que sepan que estamos vivos, que estamos presentes, que vamos a seguir trabajando y que la gente sigue luchando en pos de una mejor calidad de vida. 

Teniendo en cuenta más aún los datos que todos los días están saliendo, la Universidad de la República acaba de sacar un informe que dice que en Bella Italia y en Punta de Rieles los niveles de pobreza de la primera infancia y de adolescencia son del 40%. Eso habla muy mal de nosotros como país, habla muy mal del sistema político, no es posible tener un país que tenga esos niveles de pobreza, de dejadez y de falta de empatía con respecto a los más pobres. 

Este es un sistema que desplaza cada vez más gente y más gente. Entonces la sociedad civil, los gobiernos, los propios sistemas políticos, tienen que entender que el sistema deja un montón de gente afuera y a esa gente hay que cuidarla porque si no estamos mal.

Esa gente que queda excluida quiere pertenecer y va a pertenecer a algo, entonces termina perteneciendo a donde no debe. Después le echamos la culpa a ellos pero nosotros los dejamos solos, no hicimos nada para que esa gente puede integrarse a la sociedad, que pueda tener educación, que pueda tener cultura, que pueda tener una vivienda, que pueda acceder a los servicios, eso no está. Entonces si eso no está, obviamente van a terminar agarrando para otro lado, eso nos está acarreando un problema bastante grande para toda la sociedad en su conjunto. 

Las ollas de esas zonas están trabajando lamentablemente a tope 

Sí se está trabajando a tope, yo recorrí la semana pasada varias ollas, estuve hablando con varios compañeros de diferentes lugares, cada vez es más grande la demanda que hay y es imposible cubrirla, porque no tenemos con qué. 

Hoy no tenemos un cálculo exacto de cuántos platos se están dando. Pero en algunos lugares cocinamos con lo que tenemos. O sea, hay un poco de verdura, hay un poco de lenteja, hay un poco de fideo y cocinamos eso, pero sin nada, no hay carne, sin pollo, sin bondiola, sin nada. No hay proteínas, cocinamos con lo que tenemos. Y eso se le da a la gente, porque por lo menos ahora en invierno es un plato de comida caliente, no tiene los nutrientes que debería tener, pero es algo que el gobierno no está cubriendo.

El gobierno se jacta de decir que el Plan de Alimentación Territorial está cubriendo todo, con una encuesta realizada que no sé dónde la hicieron, nosotros vamos a todos los barrios y toda la gente que está en los barrios dice que no han llegado siquiera a algunos lugares. Hay barrios enteros donde ni siquiera han llegado y hay barrios enteros donde ni siquiera se han inscripto al PAT porque no han podido, porque los requerimientos, el lugar y las cuestiones que piden o la inscripción a través de internet es imposible para ellos, entonces no se han podido ni siquiera inscribir. 

Algunos no se inscriben porque están en desacuerdo con esto y otros porque cualquier prestación que tú tengas del Ministerio de Desarrollo te impide poder acceder a este sistema del PAT. 

También hay un montón de ollas que están funcionando por fuera del sistema, personas particulares que están dando una mano a su barrio. 

Eso siempre ha estado. Nosotros nucleamos un montón de iniciativas, pero hay otro montón de iniciativas que están por fuera de la Coordinadora Popular y Solidaria. Esas ollas siguen trabajando también, siguen haciendo lo mismo que venían haciendo durante la pandemia, eso no ha cambiado porque eso no va a cambiar, no cambia porque a alguien se le ocurra que con este sistema del PAT pueda arreglar algo.

Tiene raíces mucho más profundas y esas raíces profundas hay que atacarlas como se debe y no con este tipo de paliativos, obviamente esos paliativos son necesarios en este momento pero si no se toma medida que vayan más a mediano o largo plazo, no tiene salida. 

En caso de que esta situación persista de esta manera, ¿la Coordinadora prevé más movilizaciones, se han reunido para hablar sobre ese tema, o todavía van a esperar ahora una respuesta después de esta movilización? 

Nosotros estamos siempre permanentemente reunidos, en contacto, evaluando la situación y cada uno de los pasos que estamos en conjunto con otras organizaciones sociales. Ahora también estamos trabajando para El Congreso del Pueblo. Estamos en eso, evaluaremos en función de lo que vaya pasando en el día a día. Nosotros no tenemos muchas posibilidades de evaluar mucho hacia adelante.  Vamos evaluando en el corto plazo, en el muy cortito plazo, quizás semana a semana, te diría. 

¿Cómo hace la gente para poder comunicarse con ustedes, para poder no sólo enviar insumos que son obviamente más que necesarios, sino también para poner fuerza física para poder colaborar? 

En nuestras redes sociales, en nuestro Instagram, Facebook está toda la información necesaria, incluso la dirección y los teléfonos de toda la red para poder contactarse y poder ayudar, dar una mano, hacer llegar los insumos que se puedan hacer llegar. 

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