¿Por qué decidiste dejar el parlamento?

Hay una serie de factores, yo entiendo que era una tarea colectiva la que estábamos desarrollando con mi primer suplente José Nunes, un compañero histórico del Partido Socialista y que era justo que él también fuera parte del proceso como titular en el Senado en los últimos dos años.

Otro factor desencadenante fue que cuando Fernando Pereira gana las elecciones del Frente Amplio y me propone que integre su equipo, particularmente la presidencia de la Comisión de Asuntos Sociales. Fernando pretende que el proceso de desvinculación del Frente Amplio y las organizaciones sociales se revierta y me confió esa tarea en la que hay que poner muchísima energía. Y la verdad que tener el tiempo disponible para realizar de la mejor manera dos tareas de esta envergadura no es posible.

Tuve seis meses conviviendo con ambas tareas y luego de que terminó la Ley de Seguridad Social al tercer año del Senado, decidí que mi militancia estuviera concentrada en la Presidencia de la Comisión de Asuntos Sociales del Frente Amplio. Es una comisión que intenta fortalecer el vínculo con organizaciones sindicales, con las Ollas, con organizaciones cooperativas, con organizaciones vinculadas a asentamientos, etc. Es una tarea muy relevante en este momento, porque cuando el Frente estaba en el gobierno muchas de las organizaciones sociales discutían o negociaban los temas políticos, económicos y sociales con el gobierno, porque era donde se gestaban las cosas… el PITCNT no se reunía con la Comisión de Asuntos Sociales del Frente, se reunía con el Ministerio de Economía, con el Ministerio de Trabajo, la FUS con el Ministerio de Salud y así.

Ahora ha adquirido cierta relevancia este trabajo y estamos desarrollándolos con un equipo grande, las presidencias en el Frente Amplio son un espejo de la mesa política, todos los grupos que tienen un lugar en la mesa política tienen un lugar en la com, las bases de Montevideo, las bases de Canelones y la base del interior, es una comisión linda en cuanto a su integración

¿Como ves la problemática de la vivienda en Uruguay hoy?

Es una problemática muy estructural. Nace en la dictadura, donde las políticas habitacionales pasaron a tener un sesgo neoliberal muy profundo. Se liberalizó el mercado de arrendamientos en el año 78 y las políticas del Banco Hipotecario fueron absolutamente mercantiles. La década del 90 profundizó ese enfoque mercantilista, crea el Ministerio de Vivienda pero lo hace con una lógica también mercantil.

Para los que no podían acceder al mercado de vivienda, crea aquellos famosos núcleos básicos evolutivos, que eran una especie de agujero para meterse adentro digamos.

El Frente avanzó en vivienda, no todo lo que quizás debió avanzar, de cualquier manera ordenó el mercado financiero, el Banco Hipotecario, creó el subsidio para las cooperativas con la reglamentación 2008 que fue un tema muy importante.

A lo largo de los 15 años se invirtió, repito no lo suficiente, entonces hay un problema estructural que este gobierno ha agudizado porque ha reducido de manera muy importante la inversión en vivienda, Tanto el año 2020 como el 2021, el 2022 se recupera un poco pero todavía estamos debajo de 2019. Un sector que tiene problemas estructurales, cuando la política pública lo deja de lado, agudiza esos problemas y estamos atravesando una situación crítica tanto en el financiamiento, como en las propias políticas de vivienda.

Hace dos años se le quitaron fondos al Instituto Nacional de Colonización, que tenía dos impuestos que le financiaban la compra de tierra. Se le sacó para darle al programa Avanzar de la ministra Moreira para desarrollar una política sobre viviendas precarias de asentamientos. Resultado, se empeoró colonización porque prácticamente no se han comprado tierras y no se mejoró para nada la política de asentamientos precarios.

Presentaste hace relativamente poco tiempo junto al senador Andrade un proyecto de ley con respecto a esta problemática de la vivienda, ¿de qué se trata ese proyecto de ley?

En el año 2017, FUCVAM presenta un proyecto de restablecimiento del Fondo Nacional de Vivienda. Al año siguiente, el Sunca toma ese proyecto en su Congreso. Ese proyecto es prácticamente el que presentamos nosotros, está dirigido hacia uno de los problemas más críticos que es la falta de financiamiento de la vivienda.

En el año 1968 se creó la que todo el mundo llama la ley madre de Vivienda, la 13.728. Esa ley decía que la vivienda tenía que estar financiada con un impuesto del 2% sobre la masa salarial. Está claro que nosotros no retomamos la idea de un impuesto sobre los salarios, pero sí retomamos que es el dinero necesario para financiar un plan de vivienda. Entonces proponemos un proyecto en que el Fondo Nacional de Vivienda tenga por lo menos el equivalente al 2% de la masa salarial, que son más o menos 420 millones de dólares. En el 2021 no se llegaron a 200 millones de dólares.

Eso es lo primero, tiene que existir ese Fondo Nacional de Vivienda y además tiene que ser independiente de la discusión presupuestal. Segundo que sea el equivalente al 2% de la masa salarial, la pregunta es ¿cómo se financia? Sobre todo pensando que hoy hay un financiamiento de rentas generales que es la mitad.

En el proyecto decimos que lo más parecido desde el punto de vista impositivo a la vivienda, es el impuesto al patrimonio. Se paga el impuesto al patrimonio porque se tiene tierra, edificios, casas, se tiene riqueza y esa riqueza debería servir para financiar la construcción de vivienda para los que no la tienen. Con esos recursos se financiaría este Fondo Nacional de Vivienda.

¿En qué está el proyecto?

Este proyecto ingresó al Parlamento el año pasado por la Comisión de Vivienda. Se había acordado con la mayoría de la comisión que se iba a citar a la ministra Moreira para que informara sobre ello. Eso no se realizó, la comisión estuvo enfrascada en la discusión del tema de los deudores del Banco Hipotecario.

Entiendo que se va convocar ahora al ministro de Vivienda que además integraba esta comisión, Raúl Lozano era integrante por Cabildo de la Comisión.

Las perspectivas dependen de que se consigan votos en los demás o que se sientan “obligados” a votar porque las organizaciones que lo empujan ponen movilización detrás de este proyecto, porque otra forma de empujar proyectos es con la gente en la calle.

Un voto de la coalición en la comisión podría cambiar esa realidad. Son tres del Frente, dos Blancos, un Colorado y un Cabildante. Yo creo que hay que agitar para que esto salga. Este es un proyecto muy importante para uno de los sectores más golpeados en este periodo. Los impactos de la falta de inversión han sido duros y vamos a terminar el quinquenio con una escasísima producción en vivienda.

Enrique Cal

¿Toda la vida vinculado al tema de ayuda mutua?

Hace 48 años que estoy vinculado, cuando tenía diez años mis padres entraron a una Cooperativa de Viviendas por Ayuda Mutua en la ciudad de Durazno, yo viví ahí hasta que me vine a estudiar a Montevideo. Cuando llegó el tiempo de pensar en un proyecto de vida más serio, entré a una cooperativa que recién había obtenido el terreno por la primera cartera de tierras, ahí hice la preobra, la obra con los compañeros y es donde vivo actualmente hace 23 años, la Cooperativa de Viviendas Hipertex.

¿Cómo fue el vínculo que tuviste con El Tejano y El Puente FM?

Es un vínculo muy querido, muy afectivo para mí. Yo trabajaba en la Asociación Cristiana de Jóvenes de la Teja y tenía una carga horaria importante, estaba todo el día prácticamente en el barrio. Uno de los grupos era de jóvenes, donde había una serie de gurises, comprometidos y militantes. Yo era muy joven también, prácticamente eran de mi misma generación, compartíamos no solamente el espacio de gimnasia, de fútbol, de básquetbol, sino también todas las preocupaciones que hacían a un barrio como La Teja.

En ese momento surgió que en La Teja no había ningún medio de prensa, ningún boletín, nada. Así nació la idea de hacer algo que se llamó El Tejano, que era un boletín y yo tengo el orgullo de haber sido el diseñador de las letras de arriba, donde ya aparecía la llama de Ancap, ese es el primer logo del tejano.

Con el tiempo fue creciendo, El Tejano reflejaba un poco los problemas del barrio, de los vecinos, de las vecinas. Con el tiempo empezamos a madurar la idea de una radio comunitaria. La primera vez que la radio salió al aire, fue desde el local de Progreso que nos cedió un espacio donde ahora está el Teatro. El fin de semana que salió El Puente a mí me tocó hacer de guardia de seguridad en la puerta, porque eran radios totalmente clandestinas.

Tengo muy gratos recuerdos de los primeros radialistas de El Puente como Silvia Gover, Walter Sena, Gustavo Gómez, Palito Panizza, fue realmente toda una aventura de jóvenes pero pensando en un país que necesitaba cambiar y sigue necesitando cambiar.

¿Cómo llegaste a ser el presidente de la Federación de Cooperativas de Ayuda Mutua?

Lo primero es que nadie nace siendo cooperativista, todos nos hacemos. Sin duda que si vivís desde la infancia en una cooperativa vas mamando, te vas involucrando en una forma de vida, en un cuadro de valores, en la asamblea, en la participación, en la discusión por encima de los intereses sectoriales, en la discusión que le hace bien al colectivo y eso se traslada a la vida personal y a la impronta de las personas.

Vivir en una cooperativa de viviendas me cambió la vida a los 10 años, yo vivía en un apartamento, sin amigos cerca, sin lugares para recrearnos, para jugar con mis hermanos. Pasar a vivir en una vivienda con todos esos niños y espacios para jugar era un sueño, cientos de personas compartiendo, de amigos de los cuales hoy siguen siendo compañeros del alma.

Cuando llego a Montevideo, empiezo a buscar una cooperativa y me vínculo con COVHI, la Cooperativa de Viviendas Hypertex que había surgido en el sindicato textil de esa empresa. Yo me anoto como aspirante por allá por el año 90/92 más o menos, luego llego a la titularidad cuando se generan vacantes. En la etapa de formación de las cooperativas hay mucha rotación en los núcleos, porque la necesidad de un lugar para vivir a veces actúa como una guillotina, va cortando los procesos de algunas familias que necesitan soluciones ya y no pueden esperar el tiempo que lleva la construcción, los trámites, etc.

La cooperativa es una escuela de formación, más allá de la experiencia que cada uno trae de su sindicato. Cada cooperativa es un mundo diferente, hay que aprender a trabajar con los compañeros y compañeras. Durante mucho tiempo ocupé cargos internamente en la cooperativa, Consejo Directivo, Comisión Fomento, Comisión Fiscal, durante toda la etapa de pre obra y la obra, me tocó ser Presidente de la Cooperativa. Siempre participando en FUCVAN en el Plenario de Cooperativas en Construcción, en cada eje se requería alguna participación efectiva, pero nunca me había planteado ser dirigente de la Federación. Hasta que en el año 2018, en nuestra cooperativa hacemos un análisis de que es necesario reforzar la Federación, estábamos pasando por un problema serio de que las cooperativas nuevas tenían un interés elevadísimo, más del doble del interés que pagábamos las cooperativas viejas.

Así es que volví a la Federación con mucho más regularidad, a la Comisión del 2% que fue la que de alguna manera encabezó junto con la Dirección Nacional el inicio de la lucha por el 2 %. A raíz de esa militancia, surgió la invitación de presentarnos como candidatos a la Dirección Nacional y en julio de 2019 asumimos la Dirección, primero como un compañero más y luego ante la renuncia de Sergio, un gran compañero de Zona 3, la gran cooperativa esa que son 839 viviendas en la calle Bolivia, los compañeros me honraron con el nombramiento como presidente de Federación.

Es un cargo circunstancial que hay que tenerlo porque es el que firma los cheques y las cuestiones, pero acá lo importante es que hay un equipo que intenta llevar adelante una propuesta metodológica de trabajo, una propuesta activista que toma en cuenta el movimiento que tenemos, que es muy diferente al movimiento de los 80 de la etapa fundacional.

Hoy hay más de 640 cooperativas vinculadas a FUCVAN y para nosotros había un objetivo claro, volver a dotar al movimiento de la dinámica participativa, del protagonismo en el movimiento popular y creo que lo hemos logrado en la campaña de firmas contra la LUC, en la congregación nuevamente de la Intersocial y haciendo frente a distintas cuestiones como el agua, la reforma jubilatoria, el Congreso del Pueblo, creo que ese es el signo de FUCVAN. No solamente es una organización que construye vivienda para los sectores populares, para los trabajadores y trabajadoras que no tenemos capacidad de ahorro, sino que además intentamos aportar nuestro granito de arena al movimiento popular uruguayo.